Dolor añejo

(Cuando estuve triste describí mi dolor…)

Quise apartar la tristeza con el rencor de un corazón,

lastimado por la pena de no encontrar el amor.

Pensaba que te castigaba;

que mis reproches bastarían para tus respuestas,

¡pronta respuesta!, pero no,

ocurría simplemente lo contrario: más soledad, menos compañía; faltaba el amor.

Así que me volví, y te pedí perdón.

No con doble intención, sino sinceramente,

pues al final quien sabe todo de mí; eres tú

y aunque quiera alejarme y perderme

es más la costumbre, tus sorpresas, tu mirada,

la que puede más.

No niego que mi corazón necesita reír y hoy sólo llora,

no cualquier lágrima sino la de la ignorancia suspirando sabiduría,

esa que causa mucha pena, pero a pesar de llorar; canta

y no tristes notas, sino las agradecidas; porque para la Voz,

el cantar produce tanta dicha que hace olvidar el dolor

y allí, en ese aire, matizado por canción, se refugia, espera y sonríe.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *