Todos los Virus se reunieron y en su afán de destruir a sus enemigos, los Antivirus, y ser los dueños del mundo, vieron la solución en convocar a una competencia del deporte rey: «el fútbol», en el cual ellos tenían la delantera; pues en otros eventos habían alcanzado el primer lugar. Para este certamen se estableció la inquebrantable decisión de que el ganador gobernaría todo Inred, el perdedor por su parte sería expulsado de la red.-¿Pero cómo tomaron estas buenas nuevas los Anti?-.
El sólo hecho de oír las noticias del canal Notinred; fue suficiente para ocasionar la gran ola de espanto, llanto, decepción y terror entre los miembros del Antiplanet; quienes solamente guardaron silencio cuando el Presidente subió al podio para el esclarecimiento de la información; sus palabras fueron las siguientes: – conozco el motivo de su desesperación, todos estamos conscientes de nuestro punto débil y los virus conociéndolo pretenden derribarnos, pero ¡no lo permitiremos!; ¡no nos rendiremos!, ¡los enfrentaremos! y con la ayuda de Dios venceremos.¡Basta ya de pesimismo!, aunque sé que está en juego la paz y la estabilidad de este mundo, sólo nos resta esforzarnos y ser valientes, para esto he preparado un plan de entrenamiento el cual hay que cumplirlo con ahínco-.
Por fin, después del arduo entrenamiento llegó el día del juego. -¿Cuál sería la reacción de los virus?-. El asombro crecía parejo a la iniciativa tramposa; nunca pensaron que los Anti tendrían el valor de presentarse a la provocativa oferta. En sus conciencias existía la carga de que no se habían preparado, a lo cual respondió el orgullo haciéndoles creer que ganarían, aunque los hechos no fueron muestra de su seguridad; pues no perdieron tiempo en cometer el fraude (al que estaban acostumbrados). Colocaron un chip tergiversador con capacidad de disolverse en el café del árbitro principal, que era además la única persona capaz de dirigir tal partido, con esto estaban convencidos de su triunfo.
Comenzó el juego y no se hicieron esperar las faltas por parte de los Virus, a lo que el arbitraje respondía con un «No» y cuando no existían su respuesta era un «Sí», en cuanto a los goles; la situación era la misma; dominaban la pizarra uno a cero lo cual hubiera cambiado a un empate si las artimañas tramposas no hubieran utilizado la excusa de: «Fuera de juego», al gol de los Anti.
La crítica realidad persistía, se hacía vigente la efectividad del dispositivo impuesto por el adversario, situación ésta que contrastaba con el ir y venir de jugadores por el campo, unos alegres; otros con expresión de cansancio y desilusión; protestaban, reclamaban y exigían la intervención del Presidente quien solamente ordenó: «paciencia, esperanza y confianza». A él también le pareció extraño, aunque no hizo muestra de su preocupación, la actuación de un árbitro de tanta experiencia, sabiduría y honestidad, así que prefirió analizar los sucesos acontecidos hasta el momento en busca de la respuesta . Después de su breve, pero exhaustiva meditación, comprendió que el problema del juez era interno y ordenó inmediatamente al Antivirus Salva realizar el escaneo desde el exterior de su cuerpo mediante rayos láser para destruir todo equipo malicioso, hecho que cambió los últimos minutos del partido que ya tenían escrita su propia historia de sorprendente emoción no esperada, pero cierta, pues detrás de pases increíbles e indescriptibles resultó la excelente jugada lograda por los Anti, quienes pegaron dos goles seguidos de forma extraordinaria igualando el marcador a la vez que aumentaron un punto más para declarar la contundente victoria.
¡Grandioso!, fue realmente espectacular el juego y el final describió la valía de los Anti, quienes, en esta ocasión, conquistaban no sólo el trofeo sino también el título de Gobernador de todo Inred. ¡Qué noche! ¡Todo el Antiplanet celebraba la victoria!