En todo tiempo

Me pareció curioso, al bajar del tren, notar como mis pasos se acoplaron al ritmo de una hermosa sinfonía. Provenía de un violín y era ejecutada por alguien bien diestro en tocar esas cuerdas y también corazones. Conforme me acercaba, se escuchaba más fuerte y al llegar a la esquina más musical de la estación (donde he visto desfilar varios artistas desconocidos que nunca han coincidido en sus presentaciones, pareciendo conocer bien el calendario; si es que existe), me encontré con el músico que interpretaba la pieza y también con su acompañante. No se trataba, precisamente, de un dueto, sino una singular pareja, donde el primero deleitaba con su arte y la segunda, su mujer, una señora elegante y muy centrada, cumplía quizás una tarea simple como la de pasar página a la partitura musical, algo muy importante para él por lo que se veía tranquilo y disfrutando. Sabía que nadie le acompañaría mejor, por su parte, ella mostraba en su serenidad la confianza que le tenía, la admiración y sobre todo entendía que este acto era parte del llamado y el compromiso que había aceptado en décadas pasadas, de ser su ayuda idónea, su complemento perfecto sin importar los tiempos. Sin duda, una aventura más, llevando la música a un espacio diferente entre ruidos y transeúntes, animando las horas de los pasajeros y sobre todo acompañándose en otro escenario de sus vidas.

 

Happy Birthday

Me pareció curioso escuchar una niña de aproximadamente dos años casi tres; tararear la canción «Cumpleaños feliz» con la sílaba: Na, durante un trayecto en bus por la ciudad de Zaragoza. Realmente lo que captó mi  atención fue la frecuencia de repetición con la que entonaba las sílabas na na na na na ná …. , parecía como si hubiera escuchado la canción por primera vez, estaba emocionada y la repetía una y otra vez; en voz alta nada de susurro, al punto de que los que estaban un poco distante alcanzaban a escuchar esa vocecita. Hasta que llegó la hora de bajar del bus y su padre la levantó y sostuvo en brazos, entonces vi su rostro de niña feliz que seguía tarareando y me contagió con su sonrisa, además de la canción, al menos por un momento.

En espera

Me pareció curioso cruzar el semáforo y presenciar una mascota, el mejor amigo del hombre, que quedó firme en sus cuatro patas con su hocico al frente sin vacilar, esperando que su dueño, quien había soltado la cuerda y avanzado unos pasos,  se diera cuenta de lo sucedido y regresara para volver a llevarlo. En el momento perfecto para escapar y buscar la libertad, el bello cachorro, mostró con su pose la seguridad y la absoluta certeza de que sabía a quien seguiría sin ningún temor, optó por mantenerse a la espera de su dueño y cuando éste afortunado se volteó; ambos continuaron la marcha, eso sí, orgullosos de esa fidelidad mutua.

 

 

Una pequeña ayuda

Me pareció curioso ver a alguien que frente a una máquina de billetes de transporte (metro) teniendo el dinero en la mano no encuentra la abertura para meterlo y pase alguien, que salía de la estación y en pocos segundos se da cuenta (porque le ha pasado) de la situación y aprovecha sus pasos de salida para indicar con el dedo índice la abertura correcta. Si preguntas,  sólo hubo una palabra: Gracias.

Un día

Me pareció curioso ser testigo de 2 personas que salen de ceras diferentes y vestidos iguales, negro arriba (polo) y blanco abajo (pantalón)  y van al mismo ritmo. Parece que no se conocen, sin embargo, se cruzan en un punto y continúan su viaje.