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Soy risa y soy poesía

Soy canción y melodía

Que tararea todo el día

Los suspiros del corazón

Que derrocha su agonía, sus silencios, fantasías

En las letras que día a día escriben con ilusión.

 

Escribir, es para mí, el resultado de un deseo, una obligación ya con los años, y en muchas ocasiones; la primera respuesta. Soy una aprendiz de éste y de otros oficios, pero no quería esperar más, es cierto, que la perfección sería lo correcto y es el ideal más grande, pero puede ser que nunca llegue, y se pierdan entonces esas cosas que nunca dije y debía decir.

Contrario a las muchas letras que escribo; soy más bien callada y de poco hablar cuando no conozco a las personas, aunque cada día procuro avanzar en esa área. Respondo a un nombre largo, cuyo significado no me hace mucho honor; por lo que prefiero me llamen Lisy, algo más personal y cariñoso, aunque no verdadero.

Desde pequeña intento rimar versos que salían de nuevas palabras que aprendía o de ideas que formulaba. No soy una gran apasionada por los libros ni cuento con un haber de lecturas  sorprendentes hasta la fecha, el libro que más he leído y seguiré leyendo es La Biblia, porque su vigencia y verdad son incomparables. Estoy segura que impacta más cómo se vive; esa huella que se deja en el diario que mil palabras que podamos leer o saber. Amo  el aprender constante, la música hablada o escrita que alimenta el espíritu que hay dentro de nosotros y nos impulsa, junto a nuestra fe, a ser, a creer, a caminar, a esperar cuando no sucede nada, cuando todo es silencio, cuando se teme, cuando se muere en todos los sentidos, pero también cuando se conquista y cuando vemos esas grandes transformaciones en bien de otros y de nosotros mismos, hechos, que precisamente narro y guardo en Miradas Palabras.